Sé hablar de poesía, historia, ciencias, libros, música, política o magia.
Puedo hablar de comida, del sabor del chocolate, del color del agua, del olor del otoño, o de lo que esconde una mirada. Se hablar de sexo, del miedo, la timidez, la felicidad, de la belleza de una noche estrellada y la grandeza de un amanecer.
Sé hablar de todo, pero últimamente solo sé hablar de ti.