martes, 9 de diciembre de 2014


   A veces, aferrándote a lo que más quieres, terminas ahogando la vida de la cosa que
quieres mantener viva. Es posible que esforzarse mucho, amar algo profundamente haga
perder quien eres. El peligro no es amar a alguien, sino perder tu identidad en el proceso.
Porque ¿qué sucede cuando ocurre una tragedia? Eres una cáscara vacía. Te quedas con
  nada. Es por eso que intenté terminar las cosas. ¿Por qué no quería seguir viviendo?
 Porque había estado viviendo a través de ella, no con ella, y había olvidado cómo ser yo
  mismo. Cómo ser normal. El único problema era que estaba bien con eso. —Gabe H.

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